Querido John,


Te escribo esta carta sentada en la mesa de la cocina, y lo estoy pasando fatal porque no sé cómo expresar lo que voy a decirte. Cómo desearía que pudieras estar ahora aquí, conmigo, para poder decírtelo en persona, pero ambos sabemos que eso es imposible. Así que aquí me tienes, rebuscando las palabras adecuadas con lágrimas en los ojos y esperando que algún día puedas perdonarme por lo que estoy a punto de escribir.

Sé que es un momento extremadamente difícil para ti. Intento no pensar en la guerra, pero no puedo apartar esas imágenes de mi mente, y me paso todo el día asustada. Veo las noticias y leo la prensa, sabiendo que tú te hayas en medio de todo ese infierno, intentando averiguar dónde estás y lo que estás pasando. Cada noche rezo para que regreses a casa sano y salvo, y continuaré rezando. Tú y yo hemos compartido algo maravilloso, y no quiero que nunca lo olvides. Ni yo tampoco quiero que creas que no has sido tan importante en mi vida como yo he sido en la tuya. Eres una persona excepcional, John, excepcional y bella. Me enamoré de ti, pero más que eso, el hecho de conocerte me permitió saber lo que significa amar de verdad. Durante los dos últimos años y medio, he contemplado la luna llena y he rememorado todo lo que hemos vivido juntos. Recuerdo que la primera noche que hablé contigo me sentí absolutamente cómoda, y también recuerdo la noche que hicimos el amor. Siempre estaré orgullosa de haber compartido unos momentos tan íntimos contigo. Para mí, significa que nuestras almas estarán siempre unidas.

Sin embargo, hay muchos más sentimientos apresados en mi corazón. Cuando cierro los ojos, veo tu cara; cuando camino, es casi como si pudiera sentir tu mano sobre la mía. Esos recuerdos siguen siendo muy vívidos para mí, pero allí donde un día me llenaban de júbilo, ahora me provocan un intenso dolor. Comprendí tus motivos para quedarte en el Ejército y respeté tu decisión. Todavía lo hago, pero ambos sabemos que nuestra relación cambió después de ese momento. Los dos cambiamos, y supongo que tú también te diste cuenta. Quizás el tiempo que hemos estado separados ha sido demasiado duro de soportar,  o quizá sólo se trate de que vivimos en dos mundos muy diferentes. No lo sé. Cada vez que discutíamos me odiaba a mí misma por ello. De alguna manera, auqneu continuáramos amándonos, habíamos perdido ese vínculo mágico que nos mantenía unidos.

Sé que te sonará a escusa pero, por favor, créeme cuando te digo que no tenía ninguna intención de enamorarme de otra persona. Si ni tan sólo sé cómo sucedió, ¿cómo vas a entenderlo tú? No espero que lo comprendas, pero a causa de todo lo que hemos pasado juntos, no puedo seguir mintiéndote. La mentira únicamente corrompería todo lo que hemos compartido, y no quiero que eso suceda, aunque probablemente te sentirás traicionado.

Comprenderé perfectamente si no quieres volver a dirigirme la palabra, al igual que comprenderé si me dices que me odias. En parte me detesto a mí misma por lo que ha sucedido. El acto de escribir esta carta me obliga a admitirlo, y cuando me miro al espejo, sé que estoy contemplando a alguien que no está segura de si merece ser amada. Hablo en serio.

Aunque probablemente no quieras oírlo, quiero que sepas que siempre serás parte de mí. Durante los momentos que compartimos, te ganaste a pulso un lugar en mi corazón, y eso es algo que siempre permanecerá así y que nadie nunca podrá reemplazar. Eres un héroe y un caballero; eres bueno y honesto; pero más que eso, eres el primer hombre al que realmente he amado. Y no importa lo que nos depare el futuro, siempre lo serás, y sé que mi vida es mucho más completa gracias a lo que he vivido contigo y lo que he sentido por ti.
Lo siento,
SAVANNAH


1 comentario:

  1. siiiiempre me la quic veer!
    ahora mas que nunk la alquilare y la vere asi sea sola ^^
    un saludo mujer.

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